lunes, 17 de enero de 2011

Mi enemiga n° 1

No entiendo nada, realmente nada. Termine el año pasado con muchos quilombos mentales, y a mí entender grosos. Tal vez en un tiempo crea que eran claramente una “pelotudez” pero en este momento de mi vida en particular me parecen grosos, lo siento mucho si alguien se ofende, (deje de leer automáticamente, chau). No entendía nada, pero nada. Me cambio la vida de un día para el otro, para bien o para mal, pero se me dio vuelta todo mi mundo. Y yo crecí, y mucho, y tal vez demasiado, y cambie, muchísimo. Y en ese cambio, en ese crecimiento me encuentro perdida. Personas que antes compartían tiempo en mi vida ya no están. Por motivos que no logro entender y que por mas que me esfuerce en pedir explicaciones no me las dan por algún motivo extraño. Y se fueron, de un día para el otro se fueron y no están más. Y acá estoy empezando este nuevo blog, a las 4 y 25 de la mañana sin poder dormir por estos temas que atacan mi cabeza. Ya se que no es importante, que no tengo que pensar, que no merece la pena, ya se lo que todos me dicen, lo se y en algún lugar de mi cabeza, lo entiendo; pero no logro cumplirlo, no puedo. Mi cuerpo y mis ojos están cansados, pero ahí justo ahí se despierta la hijo de puta, mi enemiga en las noches, mi mente, y empieza como la peor víbora del universo a llenarme la cabeza de conversaciones que nunca voy a tener pero que ella no entiende y se rehúsa a hacerlo; me dice que haga cosas que la razón no entiende, pero ¿cual hay?, piensa ella. Y esa, la mayor hija de puta es la que en este momento no entiende un pedo de lo que pasa, pero nada eh, nada, nada, nada, todo lo que ustedes me dicen ella se lo mete en el orto y sigue carcomiéndome, y es así. Es la lucha incesante de todas las noches, de hace varios años, ella siempre esta ahí, oculta esperando que me acueste para volverme totalmente loca y destrozar a la razón, porque ella loca y todo: quiere y siente y no entiende nada.

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